Un día en la vida

Buscando algo en la famosa caja de herramientas, me encontré con este

recuerdo.

Es común en la vorágine de la vida cotidiana que circunscripta a determinadas normas, usos y costumbres, haya poco margen para experienciar algo del orden de lo inesperado.

A veces, pasa. Gracias a les niñes que no paran de creer y de crear mundos poco controlables, inimaginables, llenos de ilusión y, sobretodo, que sean capaces de cachetear a cualquier adulte que se les cruce en el camino. Como un frenesí lleno de porvenir y lleno de todo.

Mientras acompaño

Sonrisa desdentada Ojos sin horizonte Muecas en los labios Que con suerte nos responde. Cabeza revoltosa Piernas saltarinas Un cuerpo tan cargado Muchas veces se lastima.

Brazos aleteando Parecen mariposas Imposible es atraparlos busquen otra cosa. Desfachados se lanzan Desenchufados nos miran Si la suerte acompaña Florecerán las rimas.

Sálvese quién pueda Pero sálvese ahora Personalmente le sugiero Venga a ver la obra. Habrá escenas que alegran que apenan y que aquejan Pese a esto elegimos Habitar sus miserias

Si logramos vencer Cualquier resistencia El deseo es poder Romper con tanta grieta.

Si corres hacia afuera Te pierdes del encuentro Más vale que te quedes Y terminemos sonriendo

Escritos por Victoria Tessey

Tec Sup. en AT. Integral con especialización Clínico quirúrgica psiquiátrica y gerontológica.

Vive en Buenos Aires, Argentina y lleva diez años aproximadamente dedicando su tiempo al trabajo como AT en el campo de la salud mental. Se ha ido desarrollando como tal, en centros terapéuticos, en centros de rehabilitación asistenciales (Ramsay) y también en domicilios particulares. Actualmente trabaja en Instituciones educativas realizando acompañamientos con niñes.

También es amante de Spinetta y de la escritura en prosa e intimista.